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Autismo: una mirada a un mal que crece
Doctora de Yuma aplica antigua terapia para ayudar a ninos con este padecimiento


Yuma, Arizona - Qué se desvió para que mi hijo llegara a padecer esto.

Tiene cura su enfermedad o estará mi hijo condenado a una vida dependiente de otros.
Frecuentemente esa preguntas rondan a los padres con hijos que padecen autismo.

Desafortunadamente no hay una respuesta certera; la ciencia no ha llegado a ellas.


Katheryn Herrera es una de esas madres que estuvo a punto de ser abatida por encontrar más preguntas que respuestas, y ver que su hijo, Cristo, y sus dos hermanos menores, Johnatan y Marlon, podrían quedar incapacitados para llevar una vida normal.
Los tres padecen autismo en diferentes niveles.
“Es poco decir que es muy doloroso, y encima de eso multiplicarlo por tres. Tengo muchos años batallando”, comentó Herrera.
A Cristo le fue diagnosticado autismo leve desde temprana edad: "Sabía que algo andaba mal en él; hasta la manera como lloraba era diferente, con un llanto muy exagerado. Parecía que siempre estaba ansioso y asustado”.
Aunque no hay una respuesta clave a las preguntas de los padres, ni la certeza de que el autismo sea curable, al menos la ciencia ha desarrollado un número de técnicas que mejoran la calidad de vida de los niños con autismo.
En Yuma, la doctora Magda Trujillo practica una de ellas. Antigua en su origen, pero no muy conocida en la región, la técnica llamada Entrenamiento de Integración Auditiva (AIT) tiene como base el conocimiento de que el oído influye en numerosas funciones cerebrales, comportamiento, y hasta la habilidad para desplazarse.
"Este entrenamiento regula el sistema auditivo y vestibular, es decir, el oído y el sistema que nos ayuda en la coordinación motora”.
Trujillo explicó que cuando escuchamos un sonido, esa frecuencia se transporta del oído externo hasta el oído interno y área vestibular, y ahí se llevan a cabo unas reacciones químicas que lanzan unas cargas eléctricas hacia el cerebro.
“Cuando hacemos este tipo de intervención estamos regulando alteraciones en los patrones de cómo escuchan las personas. Se ha visto que personas con problemas del desarrollo no escuchan de forma normal, especialmente los niños dentro del espectro de autismo", añadió.
Cristo, de ocho anos, ha sido tratado por la doctora Trujillo con esta técnica, y muestra mejoras en su comportamiento y relación con el medio: "Al principio fue muy leve, pero cuando regresó a la escuela miraron una diferencia al año anterior; se nota una diferencia cuando lo comparas con niños de su edad", dijo la madre.

Graduada de la escuela de Medicina de Ponce, Puerto Rico, Trujillo llegó a Yuma en el 2008 y desde entonces empezó a aplicar la técnica de AIT.
"Los niños escuchan música por diez días, dos veces al dia, por media hora. Es música popular previamente probada para presentar diferentes frecuencias en diferentes tonos, para darle flexibildad a unos músculos que tenemos en el oído medio, que deje que los sonidos fluyan y lleguen todas esas cargas electricas para procesar el mensaje, entender, seguir instrucciones", describió la profesionista.


En otro sentido, "me preocupa mucho el hecho de que hay tanta información que es muy difícil discenir lo que es calidad, lo que es certero, que se ha probado que funciona. Sobre esta intervención hay muchísima investigación, fue creada en los años 1900s y se ha investigado con niños con autismo y dislexia. Hay estudios han encontrado que la música relaja a personas con esos probleas y los ayuda hacer otras conexiones neurales" dijo.
Katheryn Herrera ha empezado a tratar a sus otros dos hijos con esta técnica y han mostrado mejoras, pero agrega que como madre el aprendizaje sobre el autismo fue lento y "uniendo los pedacitos de ese rompecabezas que parece que nunca se acaba y fueron uniéndose", comentó.
Por su parte, Trujillo advierte que entre más rápido se comience a tratar a los niños más rápido se dan los cambios: "El cerebro está más moldable, hay mucha plasticidad y puede adaptarse mejor".
Abril es el mes de concientización sobre el autismo, y Trujillo afirma que persisten muchos mitos y desinformación sobre este padecimiento que ella está diagnosticando en casi del 70 por ciento de los menores que atiende, desde el grado leve al severo.
"Hay mucha falta de información, personas que no saben lo que es el autismo y si ven a un niño gritando lo primero que piensan es que esa madre no sabe controlar a su hijo. El autismo es una condición donde el niño va a reaccionar de manera diferente de acuerdo a dónde esté, y los padres no tienen nada que ver con eso", señaló.
Subrayó que aunque senales del autismo pueden ser muy diversas, los padres deben estar atentos e informarse para que sea detectado y atendido a tiempo, ya que siempre esta "el miedo de que el niño llegue a tener una vida independiente, pero muchas personas con autismo la tienen".


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